El Papa Benedicto XVI ha tenido una apoteósica
estancia en México, que los más recalcitrantes enemigos de la Iglesia Católica
auguraban como fracaso, en un esfuerzo vacuo por contraponerlo a Juan Pablo II
o intentar vanamente señalar lacras recogidas de los basureros de la historia,
como si la estirpe de los “iscariotes”, fuera motivo de vergüenza para los
cristianos, o enfatizar la baja
numérica de los católicos en el país. En una de sus premoniciones, el Cardenal
Joseph Ratzinger, -en la misa previa al cónclave en el que fue elegido sucesor
de San Pedro- habló de la “dictadura del relativismo”, lo que se puso
nuevamente de manifiesto por la campaña previa que orquestaron los impulsados
por el espíritu de las tinieblas.
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Publicado en:
www.cepos.org.mx : 26 marzo 2012.
Estoy de acuerdo en que la visita del Papa Benedicto XVI a México fue una gran fiesta y alegría para todos los Católicos.
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