Federico
Müggenburg
El
pasado viernes 25 de mayo, el candidato del conglomerado del “extremo centro”,
Enrique Peña Nieto, soltó en su discurso frente de los integrantes del Consejo
Político Nacional del PRI, una frase verdaderamente demoledora: “Es hora de
romper con el pasado”. Dicha expresión puede ser simbólica de cómo lo que se
dice en las campañas es retórica simplona. Pero también si se le toma en serio,
significaría el derrumbe de su futuro hipotecado por ese pasado.
¿Cuál
sería ese pasado con el que hay que romper? El más antiguo que lo vincula con
su primer modelo de presidencialismo autoritario, ubicado en la figura de
Alvaro Obregón Salido, que se convirtió en el tema de su tesis universitaria
para optar por el grado académico que le dio el título profesional de
Licenciado en Derecho, sin despreciar tampoco a Venustiano Carranza, al que
también elogia en su tesis profesional…
Leer más en:
Publicado en www.cepos.org.mx 18 junio 2012