30 de enero de 2013

Memoria perdida: Lobotomía, lagunas y apostasía


Federico Müggenburg

Es de elemental formación saber que las potencias del alma son tres: memoria, inteligencia y voluntad. Y lo es también que el alma y el cuerpo conforman al ser humano, persona hecha a imagen y semejanza de Dios, que así lo creó. Es decir, lo sacó de la nada, por un acto de amor no fácilmente comprensible. Por ello la afectación que sufre algún aspecto de las potencias mencionadas, se vuelve un problema que deshumaniza. Perder la memoria personal o colectiva, ya se trate de una familia, una institución o una nación siempre acarreará daños y perjuicios.


Publicado por www.cepos.org.mx el 21 enero 2013.