4 de mayo de 2015

La transición mexicana actual y sus tres etapas

Por Federico Müggenburg

1.- El significado y la trascendencia de las elecciones de 2015, implican: la visión de largo plazo en el proceso de la transición nacional, el análisis de coyuntura del 2015 y una visión prospectiva. El cambio histórico implica a su vez: Un cambio en el modelo económico, con sus respectivas características: ser abierto, con economía de mercado social y moralmente aceptable, aumento del producto interno bruto y aumento del empleo. También un cambio en el modelo político, logrando que sea democrático, con vigencia del estado de derecho, con unas oportunidades de trabajo dignas (otras la han llamado decente) y son el puesto asegurado según las leyes vigentes y la aplicación de los despidos, según la ley del Seguro Social. Y tercero: un gran consenso social. Que implica instituciones fuertes y permanentes, que incluyan los derechos de las minorías de cualquier tipo y que den oportunidades de desarrollo humano con una gran capacidad de movilidad social. Consideremos ahora el proceso en sus últimos treinta años: El antiguo régimen autoritario con su modelo basado en el “nacionalismo revolucionario”, con su característica bipolar, el poder en manos del presidente y su partido de la “familia revolucionaria”, a base de consignas, control y represión, sobre todo de los medios de comunicación masiva. Logrando así contener a la oposición que solo participa con frases más o menos sonoras, pero sin ningún efecto en el votante.

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