Federico
Müggenburg
Durante
su reciente viaje a Europa, el presidente Obama, visitó, además de Bruselas,
donde departió con el G-7, dejando fuera a Rusia, por motivo de su decisión de
invadir Crimea. Luego se trasladó al Vaticano, para visitar al Papa Francisco,
con el que dialogó durante 50 minutos. Esta resultó ser una visita “privada” a
pesar de que Estados Unidos de Norteamérica tiene embajada ante la Santa Sede.
Se ve que este tema de la “oficialidad” no es de primera importancia para el
Papa, que ante todo quiere tratar con personas, sin distinción de ninguna
especie. Para el Papa la persona tiene un significado de dignidad, y esta a su
vez procede de estar hechos a imagen y semejanza de Dios. De todo ello se
derivan los derechos humanos, los auténticos y no los inventados recientemente.
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