Federico Müggenburg
Reaparecido en la palestra
pública después del aviso del infarto padecido el pasado tres de diciembre,
Andrés Manuel López Obrador envió saludos a sus seguidores prometiéndoles
“derrocar” al gobierno de Peña Nieto, pero eso sí, de forma pacífica, con lo
que ha llamado una “revolución de las conciencias”.
Anunció además, que
visitará por enésima ocasión, todos los municipios del país. Que ya estarán
cansados de oír siempre el mismo discurso de hace doce años, cuando se desgajó
del PRI, para ir al PRD y previo paso por el PT, terminar en MORENA, que
pretende ser nuevo partido. Además añade, en un discurso complementario al de
su saludo de inicio de año, que abolirá las reformas energética, educativa y
laboral. Todo un poema político, sin sustento en la realidad.
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