Federico
Müggenburg
Los
sucesos posteriores a la elección del primero de julio, no hacen más que
confirmar una contienda polarizante de la sociedad mexicana. Dos poderosos “cachorros
de dinosaurio” de la “familia revolucionaria” en extinción, que después de haber sido “tecnócratas”,
se han metamorfoseado a neo dinosaurios, que reviven el “dedazo”: Carlos
Salinas y Manuel Camacho, quienes fueran los artífices de una asociación civil,
que fue registrada ante notario en 1971, por ellos dos y Francisco Ruiz
Massieu, trágicamente asesinado en 1994. El nombre era: “Política y Profesión
Revolucionaria” y su lema: “La Profesión al servicio de la Política y la Política
al servicio del Pueblo” (sic). Su real objetivo era tomar el poder y
conservarlo entre ellos.
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Publicado en: www.cepos.org.mx el 16 julio 2012