Federico Müggenburg
Los procesos electorales
realizados el domingo 7 de julio, en catorce Estados de la Federación Mexicana,
arrojan un resultado que aumenta el desconcierto que las coaliciones entre las
diversas fuerzas partidistas han convertido en algo habitual, desde que se
desintegró el viejo sistema político que estuvo vigente durante 72 años. Cabe
recordar una vez más, que después del caos posterior a la independencia, vino
la dictadura de Porfirio Díaz. Luego estalló otro caos menos largo, aunque más
sangriento, llamado Revolución Mexicana, y desde 1928 hasta el 2000, funcionó
la llamada por Vargas Llosa, dictadura perfecta.
Del 2000 al 2012 se intentó
establecer la democracia moderna y ahora volvemos al llamado “nuevo sistema político”,
que se ha quedado en teoría, por la evidente aplicación de toda clase de
artificios democráticos, que en vez de usarse para establecer una verdadera
democracia, sólo confunden a los ciudadanos, que ya no aciertan a entender quién
es quién.
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Publicado en
www.cepos.org.mx el 22 Julio 2013.